Me perdí un poco con esto de la remodelación pero entré.Tendremos que esperar a mami que viene del trabajo”, dijo Iamdra al equipo de Alegria, al llegar a esta entrevista.
De buen humor accedió a tomarse unas fotos con unas jóvenes y de inmediato iniciamos la conversación, así adelantábamos mientras llegaba Blanca Hernández.
¿Es difícil seguir la profesión de tu madre, ella en su rol de comunicadora experimentada, no te hace correcciones?
“Eso es inevitable, las madres siempre hacen eso (corregir) o por lo menos la mía, y tener una dinámica de trabajo, de convivencia y de relación madre e hija no es fácil; pero yo creo que tiene muchos aspectos positivos. Tú tienes a tu lado alguien que te quiere y que las correcciones que te hace, las sugerencias y los comentarios son porque te quiere o sea que es una motivación mucho más sensible y sublime que cualquier otra persona que te aconseje”.
Al tiempo que hablábamos llegó doña Blanquita, en silencio para no interrumpir, saludó a algunas caras conocidas. Escuchaba atenta las respuestas de su hija cuando Rafael Molina Morillo, director del periódico El Día, entró a saludarla. “¿Blanquita, cómo estás? Tu hija es una estrella”, elogió Molina a Iamdra, la joven de 27 años se sonrojó un poco, alegando que andaba al natural, sin gota de maquillaje y con ropa muy casual.
Lo que se hereda... “La comunicación es algo que mami y yo llevamos en la sangre. Mi abuelo Hugo Hernández Llaverías, padre de mi madre, fue un pionero de la locución. Yo heredé de él y de ella ese deseo de informar, de estar frente a las cámaras y de comunicar”, afirmó la varias veces ganadora del Casandra en el renglón Programa Juvenil.
Blanca se dio cuenta de la madera de comunicadora de Iamdra un día que la encontró en la sala de la casa jugando a la televisión con los hijos de la comunicadora July Carlo. “Michelle Yeli Carlo e Iamdra eran las presentadoras y Eduardo el entrevistado. Usaban cepillos como micrófonos y el set era semejante al de mi programa “La ventana de Blanquita”, narró.
Además de ser casi idénticas físicamente, Iamdra Fermín y su madre Blanquita se confiesan como mujeres “gobernadoras”, ambas se ríen al decirlo. También persistentes, perseverantes, comunicativas, proactivas y optimistas.
Su carácter las une y es también motivo de sus choques laborales. “Iamdra es muy mandona y tiene complejo de pulpo, quiere hacerlo todo y meterme en un bolsillo, pero yo no me dejo”, aseguró riendo Blanca.
¿Cómo resuelven esos choques de ideas? “A veces peleamos, nos sentamos a hablar o nos quedamos calladas. Todo depende de la gravedad de la discusión”, confesó Iamdra. No obstante Blanquita repuntó: “Desde que ella se tranquiliza yo vuelvo a la carga, no suelto mis ideas”.
“A veces nos ponemos enemigas por un rato pero los pleitos de nosotras no duran y rencor ¡jamás! Ella puede ponerse muy brava puede decir tres cosas, igual yo y siempre, aunque no estemos de acuerdo, el amor supera todas las diferencias”, reveló Blanquita, madre además de Bernardo, Samantha y Angie.
Intimidad. Iamdra y Blanquita se desconectan del trabajo yendo al cine, almorzando y disfrutando de vacaciones juntas. “A veces esa es la parte más difícil de trabajar con mami, que ni en la casa paramos de hablar de cosas laborales, es un lío”, concluyó Iamdra quien despierta simpatía por su espontaneidad.