El rol emocional de juguetes infantiles

Para el desarrollo emocional, los juguetes sanos hacen que la niñez se identifique, aprenda a valorar y desarrolle el amor. Un juguete es un artículo que hace que sus hijos e hijas desarrollen habilidades que le  ayudarán más tarde a identificar el mundo que les rodea y la forma de vida que llevarán.

“La personalidad del niño y la niña influye en el tipo de juguete que necesita. Cada infante reacciona, actúa, piensa, aprende, se defiende y se comporta de forma distinta, por ende, un juguete por simple que parezca puede no estar dirigido a todo tipo de  niño o puede que no sea aceptado de la misma manera”, expresa Genita Ureña, maestra de infantes con dificultades de aprendizaje y experta en enseñanza por medio del juego por más de 20 años.

A su juicio, un juguete hace que el niño y la niña se sientan dueño y responsable de un objeto, ya que al tener que cuidarlo, decidir si lo presta o aceptar que sea manipulado por otros, dependerá de su decisión.  

CUIDADO CON EL ¡NO LO TOQUES!
Adquirir un juguete y no dejar que lo usen es una situación típica de los padres, quienes suelen engancharlos en las paredes de la habitación como si fuesen artículos de lujo. Esta situación hace que el infante sea más agresivo y opte por divertirse de una manera negativa.

 Ureña expresa que los infantes sufren y se deprimen cuando no se les permite tocar un juguete que ha sido identificado como parte de su propiedad, algo que conlleva a que el niño aprenda a desprestigiar todo lo que le rodea. “No dejarle manipular sus juguetes provocará una discusión o enfrentamiento  entre niño y padre, ya que se le ha afectado su parte emocional y se le ha cohibido usar un objeto de su propiedad”, afirma.

 Otro detalle a valorar es que si el niño rompe el juguete, lo desarma y vuelve armarlo, significa que está explorando y desarrollando su pensamiento crítico. Además, aprende y se siente feliz cuando descubre la estructura que compone un objeto que ya ha sido manipulado por él.